Hace cinco años, cuarenta y nueve personas, la mayoría latinas, negras y LGBT+, fueron asesinadas en un acto de violencia terrible en el discoteca Pulse en Orlando. Cincuenta y tres más resultaron heridos y muchos otros fueron cambiados para siempre al estar presente de el odio y la perdida de un ser querido. Cuando escuchamos las historias de aquellos que fueron masacrados, vemos pequeños vistazos de cuarenta y nueve futuros no realizados, sabiendo que ninguna palabra puede captar el alcance completo de lo que sus familias perdieron, lo que nuestra comunidad ha perdido: queridos padres, queridos parejas, queridos compañeros, queridos colegas, queridos hijos y queridos amigos

Mientras lamentamos esta trágica pérdida, debemos honrarlos con acciones para ayudar a crear un mundo que no facilite los tiroteos masivos, un mundo en el que todos apoyamos activamente la legislación que aborda la violencia armada. Mientras aquellos que desean hacernos daño puedan aprovechar las fallidas políticas de armas de nuestro país, nuestras vidas, espacios y futuros no estarán seguros.

En honor a los asesinados en Pulse, pido que todos veamos más allá de nuestras vidas individuales y nos unamos como una fuerza organizada en la lucha para librar a nuestro país de esta epidemia de violencia armada y tiroteos masivos.